Sábado 29 de noviembre, 2003. San José, Costa Rica.



Los mil tamales que don José Chinchilla acomodó ayer en esta paila ya hoy en la tarde estarán listos para ser servidos. Fotos Abelardo FONSECA / Al Día

Tiempo de tamales

Ya comenzó la “temporada alta” en las tamaleras

Jéssica I. MONTERO SOTO / Al Día

Muchos coinciden en que el secreto es una buena masa. Otros aseguran que es asunto de tradición y que en buena compañía y un café, todos son una delicia. Sea cual sea su posición, pronto –si no es que ya– estará sentado a la mesa con una de esas comidas completas envueltas en hojas de plátano, que conocemos como tamal.

Para las familias que mantiene la tradición de cocinarlos en casa, es ya hora de comprar masa (o maíz cascado, para los más tradicionales) que se puede encontrar desde ¢291 la bolsa; carne para tamal, a partir de ¢1.150 el kilo; arroz en unos ¢455 la bolsa y todos los demás ingredientes, que dependen del cliente: el kilo de papas está en ¢180, el de zanahoria en ¢154, las vainicas a ¢425 y cada chile dulce en ¢110.

Además, tendrá que comprar hojas, proveerse de buenas amarras y convocar a bastante gente, para que el trabajo sea más rendidor y entretenido.

Quienes prefieren comprar sus tamalitos, también pueden echar mano de las tradicionales tamaleras aserriseñas, donde en esta época se producen hasta 3 mil tamales diarios.

Nany Fallas lleva 42 años haciendo tamales “y aprendí desde que tenía 9 años”, dice con orgullo.
Décadas de tradición

“La Navidad huele a tamal”, explica Jorge Fallas, de la tamalera La Vencedora, una de las más reconocidas en Aserrí. Ahí trabaja desde los 12 años y hoy ya cuenta 62. Pero la empresa tiene más de 57 años trabajando.

“Tenemos clientes que llevan 30 y hasta 40 años comprando los tamales de nosotros y sabemos que el que los lleva una vez va a volver por más”, aseguró el propietario, Juan de Dios Chacón.

En estos lugares, las piñas se agrupan en grupos de 500 para cocinarlas en las pailas durante dos horas. Después las dejan reposar un día y ya están listas para vender.

Aunque los costos de cada piña de las tamaleras son muy difíciles de calcular –porque compran enormes cantidades– ellos calculan que está en ¢260 y el precio al público es de ¢300.

“El tamal lleva chile, carne y arroz, que lleva garbanzos y vainicas. Pero también los hacemos especiales, con arvejas, aceitunas, alcaparras... eso depende de lo que pida la gente y cuestan como ¢600 o ¢700 la piña”, explicó Nany Fallas, hermana de don Jorge y empleada de la fábrica desde hace 42 años.

“Mucha gente piensa que las tamaleras son puro comercio, pero después de tantos años, aquí hacemos las cosas con entrega y con amor. Estos muchachos crecieron aquí ¡pregúnteles si han hecho algún tamalillo!”, bromea don Juan de Dios.

| PORTADA | NACIONALES | SUCESOS | OPINIÓN | SOCIEDAD | OVACION | EL NORTE |
| INTERNACIONALES | SERVICIOS | USTED OPINA | PURA VIDA | ESCRIBANOS |

© 2003. Periódico Al Día. El contenido de aldia.co.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr

EDICIONES ANTERIORES